El marketing digital permite generar innumerables oportunidades de negocio para las empresas. Pero una herramienta tan útil como poderosa también puede acarrear errores si la estrategia no está bien planteada o no tiene en cuenta todas las aristas necesarias para potenciar el crecimiento de una compañía.
Un reporte de la firma norteamericana Smart Search Marketing indicó que las empresas destinan hasta un 15% de sus recursos en presupuesto para las áreas de Marketing y Publicidad, dado que pueden llegar a representar un 75% en la generación de la demanda.
Si tu empresa no cuenta con un área destinada al marketing, la publicidad y la comunicación, es importante comenzar a pensar en la posibilidad de adquirir este tipo de servicios para evitar caer en los errores más comunes de una estrategia B2B. Y así, obtener prospectos de calidad y concretar una mayor cantidad de ventas.
5 típicos errores de una estrategia de marketing digital
Definir objetivos de forma incorrecta
Uno de los errores más frecuentes a la hora de trazar un plan de marketing digital es la definición de objetivos difíciles, poco claros y hasta imposibles de medir.
A modo de ejemplo, una definición de objetivos para el corto plazo redactada incorrectamente podría ser “contactar a 10 clientes”. Esta oración remite a una tarea, una iniciativa que podría contribuir a llegar a ese objetivo. Pero si lo que buscamos son ventas, la frase no refleja lo que quiero lograr o el resultado a obtener. Un objetivo bien planteado y medible podría ser “cerrar 10 ventas con clientes en xxx tiempo”.
Una de las mejores técnicas para planificar metas en cualquier tipo de organización es crear un árbol de objetivos. Éste se basa en establecer las causas y consecuencias, que nos llevarán desde acciones más simples y específicas a nuestro objetivo final.
Establecer metas demasiado genéricas
Es necesario reducir al mínimo la incertidumbre con respecto a los objetivos que queremos lograr. Para eso podemos usar la regla SMART (específicos, medibles, alcanzables, realistas y definidos en el tiempo, por sus siglas en inglés). Esta regla nos obliga a realizar un análisis previo y ayuda a reducir riesgos. También facilita la medición y evaluación de las estrategias, la toma de decisiones y el ajuste de costos y tiempos del plan de marketing.
Cada vez que redactemos un objetivo, deberemos preguntarnos, ¿es “SMART”? y si cumple con todos los requisitos, sabremos que lo estamos haciendo bien.
No diferenciar entre los objetivos de cada canal
A la hora de realizar una pauta segmentada, como parte de la estrategia de un plan de marketing digital, uno se enfrenta a una diversidad de canales B2B. Estos tienen una gran efectividad si se entiende que cada uno cuenta con un objetivo específico en la construcción del contacto con un cliente potencial. De no captar esta diferenciación, los mensajes y los formatos serían erróneos e ineficientes.
Por ejemplo, el objetivo de una feria/evento académico y de los medios impresos no es el mismo. En el primer caso, el objetivo es la generación de conocimiento, actualización y networking en el sector específico, y la fidelización de clientes actuales. En el segundo, se busca dar a conocer productos y/o servicios y guiar a posibles compradores mediante contenidos relevantes publicados en el medio.
¿Cuál es la diferencia? ¡El objetivo! Tener en claro esto evitará que nos comuniquemos de manera incorrecta con un potencial cliente, arriesgándonos incluso a perderlo.
Desestimar el potencial de las redes sociales
Existe un gran escepticismo en el uso de las redes sociales como canales de contacto con los clientes y potenciales clientes para las empresas de tipo industrial. Esto conduce a desaprovechar una plataforma sumamente útil para la estrategia de marketing digital.
Las redes sociales son una excelente herramienta para realizar la estrategia de social selling, un método mediante el cual podemos ampliar nuestra cartera de clientes y nuestros ingresos. Esto lo logramos a través de la personalización de nuestro contenido para la empresa a la cual se quiera llegar, en lugar de crear contenido únicamente para el público masivo.
Mediante esta técnica y el uso de las funcionalidades que otorgan las redes sociales, se estima que el ratio de ventas aumenta de un 20% a un 25%. También se fomentan relaciones con clientes potenciales y se genera mayor confianza y credibilidad con ellos.
No delegar las tareas a especialistas en Marketing Digital
Con conocimientos específicos de inbound marketing (o Marketing de atracción para clientes potenciales), redes sociales, diseño web y SEO, entre otras herramientas, una estrategia de marketing puede ser optimizada y alcanzar su máximo rendimiento.
Delegar el trabajo a una empresa especializada en marketing no solo ayuda a potenciar recursos a la hora de elaborar una estrategia. Contribuye a comunicar la identidad de la empresa, sus capacidades y productos y servicios, posicionándola en la web y mejorando sus ingresos y competitividad.